Hoy, un plazo fijo ganó mas que el dólar

A continuación, el desenvolvimiento del dólar a lo largo de un año hasta el día de hoy:

El total es de un rendimiento del 10,18%, es decir, que el que compró dolares el año pasado, hoy tiene un 10,18% + del monto adquirido, acumulado como ganancia.

A continuación, el desenvolvimiento de la Tasa Badlar, aquella que regula las tasas de interés en los plazos fijos:

La tasa BADLAR no bajó de los 10,98%.  Por lo tanto, ya se sabe que con el mínimo alcanza a superar el rendimiento del dólar.

Es más, al ir subiendo esta tasa, permite la reinversión a tasas mayores, ya que si se pacta plazo fijo a un año, la tasa quedó fija a 10.98%, en cambio si se pactó a un mes y al mes siguiente se vuelve a pactar el mismo plazo fijo, la tasa es otra diferente (en este caso mayor), permitiendo una ganancia mayor si la inversion se reprograma automaticamente por 12 meses.

Un pequeño detalle, para que quede claro que el dólar no es algo especial ni superior al resto de las inversiones.

Estamos verdes, pero no fumamos nada.

La razón de este post es que todo aquel que lo lea se vaya con una idea acertada y cercana a lo que significa, con una noción de la importancia de las notas que salen en los diarios cuyos títulos son similares al siguiente:

¿Qué quiere decir que el banco central compra dólares?

Cuando el banco central compra Dólares, es porque en la balanza de pagos (mas info, Google: Balanza de Pagos) se ve reflejado un exceso de oferta de dicha moneda. Acá entra el banco central, e inyecta esta operación de un gran volumen para mantener el precio y retirar el exceso de divisas en el mercado cambiario, acumulando a la vez reservas, o usar las mismas para afrontar deudas externas.

Hay muchas otras causas, pero esta es una de las principales, cuando de alguna forma se reciben más dolares de los que se emiten al mundo, el BCRA acumula reservas comprando esos dólares recibidos.

En criollo: El BCRA se queda con los dólares que “sobran” que en realidad el sentido de la palabra sobra, toma vaga y ocasionalmente el significado de “falta”.

¿Por qué “sobran” dólares?

Por las medidas impuestas en estos últimos tiempos.  Si la gente no compra, los dólares quedan en el mercado. Si las empresas no importan, no compran dólares tampoco.

¿Está mal que no pueda comprar dólares?

Depende de que punto de vista se vea, y que tendencia política se tenga.  Si sos oficialista, va a estar bien, sino, va a estar obviamente mal.

Es una medida, como pueden haber surgido otras. Desde mi visión, considero que es una medida acertada que contribuye a desdolarizar la economía nacional y aumenta las probabilidades de saldar deudas externas, acumular reservas, y mantener el precio de las divisas en un valor aceptable que permita la competitividad mundial de nuestro país.

El mercado inmobiliario opera en dólares, ¿Dónde vieron un albañil manejando plata verde? ¿Dónde vieron a un arquitecto cobrando con plata verde? ¿Dónde vieron a una empresa de materiales vendiendo en plata verde? Si tienen miedo, no operen. Si el contexto es riesgoso, tendría que ser riesgoso para todos. Tendría que ir al supermercado a comprar con verdes. Tendría que pagar la cancha de futbol con verdes. Tendría que pagarle al taxista con verdes. Tendriamos que terminar siendo una colonia perteneciente al Imperio de los Estados Unidos.  

Respeto a todos aquellos frustrados que necesitan dólares para un viaje, para una vivienda, o para cualquier otra operación que por defecto y error del mercado en la historia, se llevan a cabo solo en esa divisa. Cuestión de tiempo, es momento de cambios, momento de un nuevo paradigma, que no va a ser para nada malo.

Y no se va a ir todo a cualquier lugar como dicen los medios. Y si se va, no es por obra de la gestión,  sino por otros intereses que están tratando de boicotear el proyecto, cosa que me duele que el pueblo no se percate de ello a juzgar por el nivel de obviedad con que lo están llevando a cabo.

Propongo que lean la misma noticia en 4 diarios o medios comunicacionales diferentes, por ej: Ambito, Clarin, La Nacion, Pag 12, Infobae. Presten atención a los diferentes enfoques, títulos, e intenciones.

El déficit de las caras blandas

Muchos se estarán preguntando el porque de este título sutilmente metafórico. Fantaseando acerca de cuales serán mis temas a tratar, desde que posición tendré el derecho de hacerlo, y a quienes involucraré en el camino.

Uno de los problemas más complicados y graves que aquejan hoy a nuestro querido país, Argentina, por no decir el más grave de todos, el más atorrante, y el que comprende la esencia natural del "vivismo" nacional, es la falta de caras blandas. Vamos, todos somos argentinos y creo que sabemos perfectamente a que me refiero con el termino de cara blanda, y si no, vaya por el camino de los antónimos cuya probabilidad de éxito en encontrar la analogía correcta es del 90%, 9 de cada 10.

Un cara blanda, denominado así con énfasis nativos cual fuese una tribu digna de ejercer su pensamiento abiertamente, ejerciendo el derecho que todo ser humano debería tener de poder comunicar una opinión CON FUNDAMENTOS SÓLIDOS Y CONCISOS hacia un grupo determinado de personas.

Si miramos a nuestro alrededor estamos llenos de caras duras, es más, nosotros mismos lo somos cuando hablamos de voley sólo para quedar bien con alguien, cuando hablamos de economía, cuando hablamos de política, cuando hablamos de algún ámbito en el cual no tenemos formación profesional, clara, clave, sólida, certera, objetiva, y suficiente, pero que sin embargo establecemos nuestra tautología verbal.

Esto produce un grave desconcierto de los oyentes, cuando el emisor goza de una posición mediática favorable o autoridad necesaria para establecer supremacía y lograr consentimiento de parte de los receptores. Sin embargo, no sabe el daño que acaba de causar, al emitir tales ideologías como ciertas y comprobadas, cuando en realidad no son más que anhelos infundamentados salpicados de intereses personales o grupales.

El periodismo debe informar, no debe emitir opinion. No debe informar opiniones. No debe opinar informando. El periodismo debe ser objetivo, imparcial, y transparente.

Si cada uno de nosotros, opinaramos humildemente, tratando de no simular conocer más de lo que realmente conocemos, forjaríamos un país inigualable, inmune a la incertidumbre.